La actual Biblioteca Diocesana comenzó a formarse el año 1956, a raíz de la inauguración del Seminario Mayor de Derio. Ese mismo año, D. Andrés E. de Mañaricua fue nombrado bibliotecario del nuevo centro de estudios.
La biblioteca se instaló en la parte central de la primera planta para que a ella pudieran acceder tanto los alumnos de Filosofía, como aquellos que estudiaban Teología. Se empezó a conformar una biblioteca de obras de referencia y de publicaciones periódicas que sirvieran de consulta a profesores y alumnos de ambas disciplinas.
Además de las adquisiciones regulares por compra, entraron en estos primeros años en la biblioteca fondos provenientes de varias parroquias y legados de libros que habían pertenecido a personas particulares tanto sacerdotes como laicos.
El que fuera responsable de la comunidad de seminaristas teólogos que residían en el internado de Derio, Ander Manterola, asumió el cargo de bibliotecario en 1970. “Con el Seminario Mayor sin actividad docente, la adquisición de nuevas obras por parte de la biblioteca fue decayendo”, explica el bibliotecario. Al comienzo de los años setenta la biblioteca acogió la idea de iniciar la formación de un archivo que recogiera los libros sacramentales existentes en las parroquias “y cuantos documentos interesaran para la historia eclesiástica de Bizkaia”. A lo largo de los años, la Biblioteca se ha ido nutriendo de legados de libros antiguos y en la relación de donantes, matiza Manterola, “entre los años 1970 y 2010 figuran los nombres de más de 120 sacerdotes diocesanos además de una veintena de instituciones”.
Edición del catálogo
Con la catalogación informática del fondo antiguo se ha producido un “paso importante en orden a la estabilidad de las obras”. La edición se ha realizado en cuatro volúmenes que contienen cronológicamente las fichas descriptivas de las obras. “Los tres primeros volúmenes atañen las obras editadas con anterioridad al año 1821 y el cuarto, hasta el 1870”
